diciembre 15, 2009

El espectacular concierto de Dudamel en Barquisimeto (+ Fotos)

El Estadio de béisbol Antonio Herrera Gutiérrez, en la ciudad de Barquisimeto fue sede de la música este 13 de diciembre, en una multitudinaria cita tanto de músicos como de público.

Unidos por la convocatoria de la Gobernación del estado Lara y el Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, 1200 músicos dirigidos por Dudamel regalaron su arte a favor de la niñez mas necesitada.

Como parte de su gira Nacional, la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel compartió escenario con niños y jóvenes músicos de los diversos núcleos del estado Lara, en un concierto sin precedentes, al que asistieron alrededor de 20 mil personas, quienes tuvieron la oportunidad de contribuir esta navidad con la niñez larense, al tiempo que su buena acción fue premiada con este extraordinario proyecto musical.


Pasadas las seis de la tarde y con un cuantioso publico expectante, el evento inició con la presentación de la pieza dancística un Cuento de Navidad, en el que no hubo Cascanueces, sino un director, que más tarde sería convertido por Clara: en Dudamel. Fuegos artificiales marcaron su entrada a la tarima de 30 metros en la que lo esperaban el Coro y la Orquesta Infanto Juvenil de Lara, para interpretar del repertorio venezolano Como llora una estrella y San Trifón de Carrilo; Ensoñación de López; Golpe Tocuyano, Que Linda Linda y Cardenalito. Todas ellas, recibidas emotivamente.


Seguidamente, las orquestas sinfónicas juveniles de Lara, tuvieron la tarea de ejecutar la Marcha Eslava de Tchaikovsky; el Danzón Nº 2 de Márquez y Aleluya de Händel. A un lado del escenario la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar esperaba su turno y finalmente llegó siendo ovacionados. La Obertura Rienzi de Wagner y Francesca da Rimmi de Tcahikovsky, imbuyeron al estadio en un ambiente reflexivo y de disfrute, potenciado aún más por Dvorak y su concierto para Chelo interpretado por Alisa Weilerstein.


La Obertura 1812, marcó el cambio de ritmo del maratónico concierto, mientras Dudamel y la orquesta coqueteaban con los asistentes; finalmente Aires de Venezuela un collage de música venezolana, invadió cada rincón de las gradas, levantando del campo y sus bases a los espectadores mas cercanos, quienes no dudaron ni por instante en bailar el Mambo de Pérez Prado, dejándose escuchar desde la orquesta el un dos tres….mambo. Este compás de júbilo culminó con el tradicional Mambo de Bernstein y una calurosa aclamación, especialmente para Gustavo Dudamel hijo prodigioso de los Larenses.



Vía Prensa Fesnojiv

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